DEPORTE Y GESTIÓN, UN MISMO CAMINO HACIA LA META​

SANTOS PAVÓN DE PAULA, DIRECTOR GENERAL DE UNIVERSITAS XXI, ROTARY CLUB MADRID CORPORATE.

DOCTOR EN DERECHO Y CINTURÓN NEGRO DE JUDO

¿EL DEPORTE ES UN FENÓMENO DE LA ACTUALIDAD?

¿Será una moda? ¿Se practica ahora más deporte que nunca? ¿Tendrá que ver con el cuidado de la salud y el deseo de mantener la belleza el mayor tiempo posible?
Practicar deporte de manera formal y estructurada viene de muy atrás. Los Juegos olímpicos se comenzaron a celebrar en la ciudad de Olimpia y la fecha aceptada generalmente coincide con el año 776 a.C., cuando se comienzan a registrar los ganadores de las distintas disciplinas. Se celebraban cada cuatro años y duraban sólo un día, que solía encajar entre finales de julio y primeros de agosto. Los Juegos se fueron consolidando y en cada periodo se incorporaban ciudades cercanas a Olimpia. Los deportes olímpicos eran el pentatlón, las carreras, las carreras de carro, boxeo, equitación y pancracio; el pancracio era una mezcla de lucha y boxeo, tal vez precursor de algunas artes marciales de la actualidad.
En la antigua Grecia, los niños recibían educación a partir de los 7 años de edad y su objetivo era la formación integral a través de la Educación Física y Artística, la Literatura, la Retórica, la Ciencia y la Filosofía. Los niños quedaban al cuidado de un pedagogo, que normalmente era un esclavo que los llevaba a la escuela, les ayudaba a hacer las tareas y les enseñaba moral, mientras que las niñas, raramente podían ir a la escuela, porque eran educadas en las casas. Los profesores del primer nivel eran los grammatistes o maestros de primeras letras, hasta que los alumnos cumplían los 12 o 14 años; en ese momento, pasaban al siguiente nivel, donde permanecían hasta los 18 años y profundizaban en otros campos: Matemáticas, Geometría, Aritmética, Música y Astronomía.

La formación física y deportiva era notable, haciendo mucho énfasis en el pentatlón, el pugilato y el pancracio. El pentatlón era una competición atlética que constaba de 5 pruebas: carrera de 180 metros, lucha, salto de longitud, lanzamiento de jabalina y lanzamiento de disco. El pugilato era muy similar al actual boxeo y el pancracio, una mezcla de lucha libre y boxeo, como hemos comentado más arriba.
Para terminar este breve repaso al olimpismo, en el año 1896 se celebraron los primeros juegos modernos en la ciudad de Atenas y se han repetido hasta la actualidad, cada cuatro años, con la excepción de 1916, 1940 y 1944, consecuencia de las dos grandes guerras. Han sido tan celebrados y concitado tanto interés, que incluso se han extendido a otros ámbitos más allá del general, como son los Juegos de invierno, los Juegos paralímpicos y los Juegos de la juventud. Y naturalmente, las empresas participan en el patrocinio de la celebración de los Juegos Olímpicos.
Podemos ver que la práctica del deporte no es una moda ni un invento reciente. Si bien, es cierto que actualmente se practica con mucho más entusiasmo y que se encuentra interiorizado en muchas personas. Hay que reconocer la contribución de importantes organizaciones empresariales que han sido capaces de popularizar y hacer accesibles hasta los deportes más exclusivos como el golf o la equitación, pues hoy día es fácil equiparse completamente para iniciarse en cualquier deporte por una cantidad de dinero asequible. Sin duda, esa estrategia es beneficiosa para la empresa y va en favor del deporte y la vida saludable.

DEPORTE EN LA EMPRESA

En algunas culturas es frecuente que el deporte se realice en la empresa. Suele ser antes de la hora de entrada; es el caso de numerosas empresas japonesas. Pero esta costumbre no queda culturalmente tan lejana: en Latinoamérica podemos encontrar casos en organizaciones gubernamentales donde está implantada la gimnasia laboral, que denominan pausas activas y consisten en rutinas de varios minutos en los que se realizan diferentes ejercicios para prevenir el cansancio físico y posibles problemas de lesiones y para disminuir el nivel de estrés laboral.

Nuestra organización aporta su granito de arena apoyando iniciativas del personal relacionadas con el deporte. En nuestra intranet, cada persona puede proponer una acción determinada para que todos los compañeros puedan valorarla y si es el caso, se apoya desde la Dirección de RRHH, financiando, comprando equipos deportivos, pagando inscripciones, etc. Otras veces, son iniciativas directas de actividades que una persona propone de forma espontánea; se organiza y se pone en marcha. Las acciones son variadas y van desde las carreras populares, creación de club de corredores, barranquismo, excursiones, hasta jornadas hípicas para familias. Nunca faltan los partidos de futbol entre diferentes áreas de la empresa, pero tampoco están ausentes los campeonatos de ajedrez y de Trivial.

¿Qué tienen en común estas actividades? La mayoría son promovidas por cualquier compañero que piensa que puede ser buena idea. Después, y sólo si se solicita, la dirección de la empresa colabora con alguna contribución que sea necesaria para llevarla adelante, pero sin restar ni un gramo de responsabilidad a los auténticos protagonistas. He tenido la suerte de disfrutar de algunas de estas “CDA” como internamente llamamos a las campañas de actividades y la sensación final es de auténtico afecto y cariño entre todos. Ya sé que es un tópico decir esto, pero ¿qué le vamos a hacer si es así? La cohesión que se consigue es superior y complementaria a las horas de trabajo “hombro con hombro”. Considerando el aspecto de la salud laboral, desde la empresa promovemos el deporte a través de campañas anti-tabaco, de hábitos saludables, sesiones anti-estrés, etc. Por otra parte se ha llegado a un acuerdo con un Centro Wellness que ofrece un precio muy razonable a nuestros empleados, a la vez que la empresa contribuye con una parte de la cuota mensual.

¿LOS PRINCIPIOS DEL DEPORTE SON APLICABLES A LA EMPRESA?

Se ha escrito mucho sobre las características del deportista, los valores que despierta el deporte y la utilidad que puede reportar al mundo de la empresa. También se ha hablado del mundo del coaching deportivo aplicado a la empresa. Siendo un tema apasionante, no quisiera repetirme y por ello voy a comentar otros aspectos relacionados con un deporte/arte marcial como es el Judo. 


He tenido la fortuna de practicarlo durante años y de llegar a un nivel aceptable de entendimiento cuando conseguí mi cinturón negro. Lo practiqué de adulto y eso me hizo considerarlo de otra forma diferente a como lo entienden los niños y los jóvenes, que siendo de un modo más intuitivo y natural, al comienzo se pueden escapar algunos principios que son rotundos en el Judo.


Comencemos por decir que Judo significa “camino suave”. Ju significa suavidad o forma de ceder y Do significa camino. El maestro Jigoro Kano, fundador de este arte, antes fue un estudioso del Jujutsu, que es un arte marcial más antiguo y que combina toda forma de lucha: proyecciones, luxaciones, estrangulaciones, golpes, etc. Se dio cuenta de que, siendo muy interesante y efectivo, no existía ningún principio que se pudiera aplicar como criterio general. A partir de ahí analizó todas las técnicas conocidas y descubrió qué principios subyacían para incorporarlos a su nuevo deporte, pero siempre con la condición de que incluyera el principio de máxima eficacia de la energía física y mental. Así creó el Judo y también el Kodokan, que es la “escuela para estudiar el camino”, muy prestigioso en Japón y reconocido en todo el mundo.

En el Judo prevalece la persuasión sobre la coacción (fuerza violenta), la suavidad frente a la dureza, el tesón frente al abandono. También es clave la decisión y firmeza en el momento adecuado (en ataque o en defensa), el compromiso con el objetivo y el uso justo de la energía y de la fuerza. No me digan que no es fácil establecer un paralelismo con el mundo de la empresa…; parece que está creado a propósito para que nos sirva como fuente de aprendizaje. Aún hay más. En Judo, cuando se compite con un oponente, lo primero que se hace es evaluar sus cualidades, medir sus fuerzas, analizar sus potencialidades… Y aplicarse el cuento a uno mismo: ser consciente de nuestras debilidades, preparar cómo reaccionar ante determinados eventos… ¿no se parece al sistema DAFO de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades? A continuación, en Judo hay que prever los futuros movimientos y sucesos que se pueden presentar para reaccionar de la mejor forma posible. Lo mismo ocurre cuando se formulan planes de contingencia en las empresas; aprendemos a prever el futuro, en la medida de lo posible y preparamos planes de acción, planes anti desastre, etc.

Una vez que hemos terminado este rápido análisis, en Judo hay que aprestarse a la acción y aquí entra en juego la firmeza y la capacidad de decidir y reaccionar rápido, incluso proactivamente, anticipándonos a movimientos peligrosos de nuestro oponente. En la empresa, debemos tomar decisiones firmes, pero a la vez flexibles, que permitan reconsiderar las estrategias, y siempre con la debida energía. Un punto importante es el de saber administrar la fuerza para saber aplicarla y parar en el momento preciso, siendo económicos en su utilización. En la empresa hay que administrar los recursos, las inversiones y saber cuál es la cantidad correcta de esfuerzo, de dedicación.

Quizá la parte más importante y que más podríamos aplicarnos todos en cualquier aspecto de la vida es la que refleja esta frase del maestro Jigoro Kano “pasea por un único camino, no te vuelvas engreído por la victoria o roto por la derrota, no te olvides de ser precavido cuando todo esté en calma y no tengas miedo cuando el peligro aceche”.